miércoles, 18 de septiembre de 2013

SIRIA

Un hito histórico vergonzoso: Un millón de niños refugiados debido a la crisis de Siria

GINEBRA/NUEVA YORK, 23 de agosto de 2013 – Cuando la guerra en Siria entra ya en su tercer año, el número de niños y niñas sirios obligados a huir de su patria como refugiados alcanzará el millón.
Este millonésimo niño refugiado no representa sólo una cifra estadística más”, señaló Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF. “Se trata de un niño o una niña real que ha sido arrancado de su hogar, quizá hasta separado de su familia, y que sufre horrores que nosotros no podemos comprender plenamente”.
Todos debemos compartir la vergüenza”, añadió Lake, “porque aunque trabajamos para aliviar los sufrimientos de las personas afectadas por la crisis, la comunidad mundial no ha cumplido con su responsabilidad hacia ese niño. Deberíamos preguntarnos honestamente si podemos continuar fallándoles a los niños y niñas de Siria”.
Lo que está en juego es ni más ni menos que la supervivencia y el bienestar de toda una generación de seres humanos inocentes”, comentó António Guterres, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. “Los niños, niñas y jóvenes de Siria están perdiendo sus hogares, sus familiares y su futuro. Aunque crucen las fronteras y se pongan a salvo, esos menores están traumatizados y deprimidos y necesitan urgentemente razones para sentirse esperanzados”.
Según datos de esos dos organismos de las Naciones Unidas, los niños y niñas constituyen la mitad de los refugiados del conflicto de Siria. En su mayoría, han logrado refugio en el Líbano, Jordania, Turquía, el Iraq y Egipto. De manera creciente, las personas y familias que huyen de Siria se dirigen a África del Norte y Europa.
Los datos más recientes demuestran que circa de 740.000 niños y niñas refugiados sirios son menores de 11 años.
En Siria, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el conflicto ya ha dejado un saldo de unos 7.000 niños y niñas muertos. El ACNUR y UNICEF calculan que más de dos millones de niños y niñas sirios han sufrido desplazamiento dentro de su país.
Los trastornos físicos, el miedo, el estrés y los traumas que sufren muchos niños y niñas constituyen sólo una parte de la crisis humana en Siria. Tanto el ACNUR como UNICEF destacan también que los niños y niñas refugiados son vulnerables al trabajo infantil, el matrimonio prematuro, la explotación sexual y la trata de personas. Más de 3.500 niños y niñas que hoy se encuentran en Jordania, el Líbano y el Iraq cruzaron las fronteras desde Siria sin acompañantes o separados de sus familias.
Ante una crisis de tal magnitud, el ACNUR y UNICEF prestan apoyo a millones de niños, niñas y familias mediante la mayor operación de ayuda humanitaria de la historia.
En el marco de esa campaña, por ejemplo, más de 1,3 millones de niños y niñas sirios alojados en campamentos de refugiados y comunidades anfitrionas en países vecinos han sido vacunados contra el sarampión gracias al apoyo de UNICEF y sus aliados. Unos 167.000 niños y niñas refugiados han recibido apoyo psicosocial; más de 118.000 han seguido recibiendo educación escolar o no estructurada; y más de 222.000 personas han recibido suministros de agua.
El ACNUR también ha inscrito en un registro civil a más de un millón de niños y niñas refugiados, que de esta manera cuentan con su identidad personal. Ese organismo posibilita también que los hijos de padres y madres refugiados obtengan partidas de nacimiento que impiden que los recién nacidos sean apátridas. El ACNUR también garantiza que todos esos niños, niñas y familias cuenten con alguna forma de vivienda segura.
Sin embargo, el ACNUR y UNICEF afirman que queda mucho por hacer. El Plan regional de respuesta a la situación de los refugiados en Siria, que solicita 3.000 millones de dólares para dar respuesta hasta diciembre de este año a las graves necesidades de los refugiados, sólo ha recibido el 38% de los fondos requeridos.
Ante la crisis siria, se han realizado llamamientos por más de 5.000 millones de dólares orientados a satisfacer las necesidades urgentes en materia de educación, atención de la salud y otros servicios para los niños sirios, así como para los niños y niñas de las comunidades anfitrionas. Es necesario invertir más recursos en el establecimiento de redes sólidas para individualizar a los niños y niñas refugiados en situación vulnerable y prestarles apoyo, al igual que a sus comunidades anfitrionas.
Sin embargo, para dar respuesta a las necesidades de los niños y niñas afectados, se requiere más que un aumento de los fondos disponibles.
Es necesario que, al mismo tiempo que se redoblan los esfuerzos para lograr una solución política a la crisis de Siria, las partes involucradas en el conflicto pongan fin al reclutamiento de menores y a los ataques dirigidos a la población civil. Se debe garantizar que los niños, niñas y sus familias puedan salir de Siria sin peligro y se deben mantener abiertas las fronteras para que puedan cruzarlas de manera segura.
Finalmente, el ACNUR y UNICEF afirman que quienes no cumplan con esas obligaciones establecidas por el derecho humanitario internacional deben ser obligados a rendir cuenta de sus acciones.
###
Atención emisoras y editores: Hay material de archivo y fotografías disponibles en:http://weshare.unicef.org/MediaResources
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en 190 países y territorios para ayudar a los niños a sobrevivir y a desarrollarse desde la primera infancia hasta la adolescencia. El mayor proveedor de vacunas para los países en desarrollo, UNICEF apoya la salud y nutrición, agua y saneamiento adecuados, educación básica de calidad para todos los niños y niñas, y la protección de los niños contra la violencia, la explotación y el SIDA. UNICEF está financiado en su totalidad por las contribuciones voluntarias de individuos, empresas, fundaciones y gobiernos. Para obtener más información sobre UNICEF y su labor visite: www.unicef.org
Síganos en Twitter Facebook

     Para obtener más información, sírvase dirigirse a:
                    
Juliette Touma, Oficina Regional de UNICEF para el Oriente Medio y África del Norte, Tel: +962 79 867 4628, jtouma@unicef.org
Marixie Mercado, UNICEF Ginebra, Tel  +41 22 909 5716; Celular +41 79 756 7703, mmercado@unicef.org
Adrian Edwards, ACNUR Ginebra, Celular +41795579122, email:Edwards@unhcr.org
Peter Kessler, ACNUR Ammán, Celular +962796317901, email: Kessler@unhcr.org
Dan McNorton, ACNUR Ginebra, Ginebra +41 79 217 3011, email: mcnorton@unhcr.org
Kate Donovan, UNICEF Nueva York, Tel +1 212 326 7452, Mobile +1 917 378 2128, kdonovan@unicef.org

sábado, 14 de septiembre de 2013

VIOLENCIA LABORAL

Pasos a seguir para eliminar el hostigamiento sexual y laboral en las empresas

En los años 70, Lois Jenson, junto con otras mujeres, comenzó a trabajar en una mina de Minnesota (EE.UU.). En aquellos años las mujeres se incorporaban poco a poco al mercado laboral, enfrentando el rechazo de sus compañeros. Durante el trabajo, estas mujeres fueron hostigadas a través de insultos, abusos y cualquier tipo de comportamiento vejatorio, a menudo de naturaleza sexual.
Han pasado más de 40 años, hemos cambiado de siglo y seguimos enfrentando este tipo de violencia. El acoso laboral o mobbing implica el ejercicio de la violencia psicológica prolongada en el tiempo, conductas hostiles que pueden llegar a agresiones físicas dentro o fuera del trabajo por parte de compañeros/as, de subalternos o de superiores. El acoso sexual es una conducta de solicitud de favores sexuales, alusiones y comentarios incómodos en el plano sexual. Se puede ejercer de muchas formas, siempre sin tener el consentimiento de la persona que recibe el mensaje. El acoso sexual y laboral es la manifestación más clara de una relación de poder en ámbito laboral que puede darse tanto en una relación jerárquica entre personas (empleadores y empleados) como en una relación horizontal (entre compañeros/as de trabajo).
Si bien estos tipos de violencia se pueden aplicar a ambos sexos o personas del mismo sexo, mayor y más extendidamente suceden de hombres a mujeres. Ya que como plantea un último estudio de la OIT el acoso sexual y laboral se relaciona a cómo los hombres viven y proyectan su masculinidad
Aunque el caso de Lois fue considerado una demanda de acoso sexual, en realidad presentaba también todos los componentes de violencia y acoso psicológico para excluirla, a ella y sus compañeras, del espacio de trabajo. Lo que hoy entendemos por acoso laboral o mobbing.
La eliminación de este tipo de violencia es parte de los procesos que se trabajan dentro de los Programas de Certificación de Igualdad de Género. Las recomendaciones para eliminar el acoso sexual y laboral en las empresas e instituciones públicas que se hacen desde la Comunidad del Sello de Igualdad incluyen tanto la prevención y detección como la sanción.
¿Cómo prevenimos? Para prevenir es fundamental implementar programas de sensibilización y campañas para trabajar con el conjunto del personal el desaliento y la “tolerancia cero” respecto a este tipo de comportamientos. A menudo el señalamiento social, el descreimiento, el repudio y crítica por parte de los compañeros, miedo a las represalias laborales y la necesidad económica son algunas de las causas que llevan a las víctimas a guardar silencio y aguantar. Otras veces abandonan el trabajo y el caso queda invisibilizado.
¿Cómo identificamos el conflicto? Recuerda que en el acoso sexual y laboral las víctimas pueden ser mujeres u hombres y que el acoso adopta múltiples y variadas formas. Tristemente a menudo cuenta con el aval social y se apoya en las más variadas y extravagantes justificaciones machistas arriagadas en nuestra cultura. Por eso es importante que se registren, monitoreen y procesen quejas y denuncias de los casos ocurridos.
Para resolver el conflicto hay que identificarlo. Tenemos que establecer y difundir claramente los procedimientosy mecanismos existentes y contar con especialistas en la temática para la resolución del conflicto. A Lois Jenson le recomendaron guardar silencio ante los abusos de sus compañeros, naturalizando y justificando el maltrato en el espacio de trabajo. Pero ella llevó el caso a juicio. Desde la primera demanda comenzó un nuevo camino de constantes humillaciones que duró otros 10 años.
Parece increíble que, en el siglo XXI, si una persona sufre acoso laboral o sexual en su trabajo no sepa adónde recurrir, pero esta es la triste realidad que existe en la mayoría de los espacios de trabajo.
¿Cómo sancionamos? Los procedimientos también deben incorporar medidas correctivasy establecer claros mecanismos de denuncia y sanción a quién comete el acoso. Si las personas que ejercen este tipo de violencia no paran por respeto o convicción, al menos que lo hagan por miedo a las consecuencias.
La historia de Lois Jenson es referente porque fue la primera demanda de acoso sexual ganada en EEUU.

Corto recomendado: Recursos humanos. Relaciones laborales, mobbing y acoso sexual

 |  | 
Post Recientes
LAS LEYES EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE EN RELACIÓN 
CON LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Por terroríficas que las cifras puedan parecer, no son más que la punta del iceberg que se oculta tras el silencio estadístico que envuelve la violación de derechos humanos más extendida, y sin embargo más tolerada e impune: la violencia contra las mujeres (CEPAL, 2007). Las razones de esta invisibilidad estadística son diversas: la renuencia de las víctimas a presentar denuncias; el desconocimiento y/o reticencia del personal sanitario y policial a registrar situaciones de agresiones a mujeres como casos de violencia de género; la debilidad de los sistemas de registro estadístico y la descoordinación y no comparabilidad entre los registros empleados en cada institución, etc. Esta situación hace que sea imposible conocer las dimensiones reales del problema, y darle una respuesta integral y efectiva.
alt
Políticas que transforman
En los últimos años, se están dando importantes pasos en la región para erradicar la violencia contra las mujeres (VCM). El avance más importante ha sido sacar del ámbito privado la violencia de género, donde era visto como un asunto privado y ajeno a la intervención del Estado. Gracias al impulso del movimiento amplio de mujeres, se ha llevado a la esfera pública y se empieza a situar como un problema social, reconociéndose que la VCM es una violación de los derechos humanos.
También, se ha evidenciado que la VCM supone un grave problema de salud pública, que compromete la salud física, erosiona la autoestima y el bienestar emocional y atenta contra la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Representa asimismo un freno para el desarrollo de los pueblos, en razón de los altos costos sociales y económicos que impone a las propias mujeres, la comunidad y el Estado. Actualmente se está empezando a conceptualizar la VCM como un grave problema de (in)seguridad ciudadana, que compromete la gobernabilidad democrática de las sociedades. Por tanto, su erradicación requiere de intervenciones integrales y coordinadas intra e intersectorialmente, que involucren a los actores estatales y la sociedad civil y abarquen los distintos ámbitos; educación, cultura, salud, seguridad, protección social, justicia, legislación y políticas públicas.

Definir qué es la VCM no ha sido una cuestión fácil. La definición más comúnmente aceptada en la actualidad es la establecida en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, aprobada por las Naciones Unidas en 1993, en donde se entiende por violencia contra la mujer: “…todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”. Además, la declaración reconoce que la VCM es “una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres” y “uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto al hombre”. Así, permite una mejor comprensión de las causas y da pautas para un abordaje integral del problema.

A nivel regional, la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, conocida como Convención de Belém do Pará (1994), recoge las demandas del movimiento de mujeres del continente y las convierte en compromisos para los Estados. En ella se reafirma que la raíz de la violencia son las relaciones desiguales de poder entre los géneros y que ésta incluye la violencia física, sexual y psicológica.
mini_farol-morado
Todos los países de América Latina y el Caribe han firmado la Convención, y han ido adoptadoleyes y modificado sus códigos penales y civiles de conformidad con la misma. Sin embargo, la mayoría de las legislaciones se centran en la violencia doméstica y sexual y dejan sin atender otras manifestaciones de la violencia; son muchos los países que todavía privilegian la mediación y conciliación en casos de VCM, e incluso algunos países mantienen aún disposiciones jurídicas que eximen al agresor de actos de violación si contrae matrimonio con la víctima, o que consideran las agresiones sexuales como delitos contra el honor.

La mayoría de los países de la Región han formulado planes y programas de lucha contra la VCM. En general, estos programas están a cargo del Mecanismo Nacional de Igualdad, que coordina su implementación con los sectores de salud, justicia, seguridad y educación, así como con redes y organizaciones de mujeres. No obstante, el impacto de estos programas ha sido muy limitado debido a la falta de voluntad política, que se traduce en bajos presupuestos y discontinuidad de los programas; en la baja cobertura y calidad de los servicios de atención implantados; en la débil articulación interinstitucional e intersectorial; en la ausencia de auténticas políticas nacionales de prevención y en la atención marginal prestada al empoderamiento y promoción de la autonomía de las mujeres (CEPAL, 2007).

Las políticas y acciones impulsadas por instituciones gubernamentales y la sociedad civil, para mejorar la atención a las víctimas y la reparación del daño físico, psicológico, económico y social provocado por la violencia, son sin duda importantes avances. Sin embargo, sus efectos serán muy limitados y su carácter meramente paliativo, mientras no haya una voluntad firme de atacar la base misma del problema: la persistencia de patrones estereotipados de masculinidad y feminidad que otorgan a los hombres derechos de control sobre las mujeres y naturalizan el ejercicio de la violencia.
 https://twitter.com/PNUD_ALGenera

domingo, 8 de septiembre de 2013

PAZ

Por un mundo en paz.
No a la guerra contra Siria ni en otra
 parte del mundo,
Estados Unidos no puede decidir

los destinos de los países.

sábado, 7 de septiembre de 2013

¿Quién quiere la guerra?

UNICEF: CASI DOS MILLONES DE CHICOS SIRIOS DEJARON ESCUELA

Cerca de dos millones de niños debieron abandonar forzosamente la educación primaria en Siria, y la mitad huyó a países vecinos, donde tampoco van a la escuela, informó hoy el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
Luego de más de dos años de guerra, en toda Siria cerca de 3.000 escuelas están total o parcialmente destruidas y unas 930 se usan como refugios para los desplazados, dijo una vocera de UNICEF en rueda de prensa en Ginebra.
Las escuelas que funcionan no tienen capacidad para recibir a los niños desplazados por falta de aulas, mobiliario, material, libros y profesores, dijo la portavoz Marixie Mercado.
Las norteñas provincias sirias de Idlib y Alepo son las más afectadas con 1.200 colegios destrozados y con un caída en la asistencia escolar del 30% y el 23%, respectivamente.
"Para un país que estaba a punto de lograr la educación primaria universal antes del inicio del conflicto armado, en 2011, estas cifras son impactantes", señaló Mercado, citada por la agencia de noticias EFE.
La vocera alertó además del peligro inminente de que los niños sirios se conviertan en "una generación perdida".
Para facilitar la educación de estos niños, UNICEF planea lanzar este mes, junto el Ministerio de Educación del país, un programa de enseñanza en el hogar, que permitiría a los 400.000 niños que todavía viven en las zonas de conflicto seguir recibiendo clases.
El organismo ya desplegó en el país 70 de las 300 aulas prefabricadas que enviará a Siria y está repartiendo entre más de un millón de niños mochilas y material escolar, además de reclutar más profesores.
Sin embargo, desde UNICEF advierten de que se necesitan 20 millones de dólares adicionales (15,2 millones de euros) para imprimir y distribuir ocho millones de libros de texto y rehabilitar las infraestructuras escolares del país.
Además, la agencia de la ONU está facilitando el acceso a la escuela a casi el millón de niños que viven en los campos de refugiados de los países vecinos.
En Líbano el sistema de educación pública tiene capacidad para 300.000 estudiantes libaneses, pero el gobierno estima que para finales de año habrá cerca de 550.000 estudiantes sirios, de los que sólo un 15% ha recibido clases en lo que va de este año.
En Jordania, dos tercios de los 150.000 niños sirios no tienen posibilidad de acudir a la escuela; de los que 30.000 viven en el campo de refugiados de Zaatari.
En Irak nueve de cada diez niños sirios viven en comunidades de acogida sin escuelas, sobre todo en la región autónoma de Kurdistán, que en las últimas semanas ha recibido unos 50.000 nuevos refugiados, la mitad niños.